jueves, 31 de marzo de 2016

Semana Santa en Guatemala.

Color, color y color. Eso es la Semana Santa en Guatemala: puro color. La más conocida es la de Antigua, sus alfombras de flores deben de ser tan espectaculares como la cantidad de gente que hay en estos días. Y puesto que yo no soy muy amiga de las aglomeraciones, he sido feliz al poder conocer la de Xela.

Mis amigas y familia siempre me dicen que soy muy exagerada, que para mí cada cosa que conozco es lo mejor y más bonito del mundo. Bueno, pues esta vez os prometo que es verdad.

Hay alfombras de flores por toda la ciudad, y prácticamente a todas horas. Son de serrín, frutas, hojas, pino... Y como me dijo el otro día una mujer, "es un arte efímero". Las hacen para cada procesión, éstas pasan por encima, se limpia todo, y vuelta a empezar para la siguiente procesión.

Los pasos son inmensos. Pero lo cierto es que, viniendo de Valladolid, no hay pasos que me puedan impresionar más que los de Gregorio Fernandez. Porque eso, señores, es otro nivel. Pero este color que tiene Guatemala, también.








Que tengáis un buen día!!

Ce.

lunes, 28 de marzo de 2016

Sobre Xela, que no Quetzaltenango.

Lo primero que una aprende al llegar a Quetzaltenango es que, aunque oficialmente todos los mapas hablan de "yoqueséquénango", en realidad estás en Xela. Y es que, cuando los españolitos llegamos a la ciudad allá por 1524, cambiamos el nombre maya de "Xelajú" por Quetzaltenango. Una cosa sencillita, oye. "Tenango" significa "lugar de", y éste es el lugar de los quetzales, pájaro emblemático de Guatemala (a parte de su moneda). El caso es que todo Guatemala habla de Xela.

La segunda cosa que una aprende es que SIEMPRE tienes que tener a mano un abanico y algo de abrigo. Sí, todo a la vez. Porque el sol espléndido y el calor abrasador de las mañanas se convierten en un invierno digno de Bruselas, Estrasburgo o París a eso de las 6 de la tarde.

Pero sobre todo, sobre todo, al llegar aquí una aprende que Guatemala enamora. Y enamora a primera vista. Enamora por sus paisajes, por su gente, por su color, por su música, por su luz y tranquilidad. He tenido la suerte de llegar justo en Semana Santa, cuando las calles están llenas de espectaculares alfombras de flores. Unos días de vacaciones antes de empezar a trabajar que han sido un auténtico regalo para poder descubrir la ciudad y sus costumbres, e incluso hacer un par de escapadas.

El 60% de la población de Xela es indígena. Hablan k'iche y mam.

La ciudad está rodeada de montañas, es la zona fría de Guatemala.

Tiene dos volcanes, el Santa María y el Santiaguito. Este último, vivo!
                                     
Hecha la introducción de Xela, mi nueva ciudad de acogida, estoy deseando enseñaros toooodo el país. Llevaros de rutas turísticas, enseñaros rincones, bares y restaurantes. Hablaros del Parque Central, el Cuartito, el Santiaguito y las Georginas. Pero, de momento, estad atentos al próximo post sobre la Semana Santa aquí, en Guatemala. O, más bien, sobre sus alfombras de flores, que me tienen loca (para muestra, mi cara de felicidad (y cansancio!)!)



Que tengáis un buen día!

Ce.

lunes, 21 de marzo de 2016

Vamos Guatemala.

Sin miedo sientes que la suerte está contigo (...)
Haciendo a cada paso lo mejor de lo vivido (...)
No hay sueños imposibles ni tan lejos
Sin miedo a la locura, sin miedo a sonreir



Cuando me pongo nerviosa, me entra la risa. Y así llevo unos días, sonriéndome a mí misma cada vez que me imagino en Guatemala. Nervios por no saber lo que me espera al otro lado del charco, sonrisa por haber tomado la decisión de cruzarlo. Nervios por tener que empezar otra vez de cero, sonrisa por haber elegido esta vida: hoy aquí, mañana allí. 

París, Estrasburgo, Bruselas y, ahora, Quetzaltenango. No es fácil vivir con la maleta a cuestas y asumir que, al menos por una temporada, tu vida es una mudanza continua. Pero como dice la canción de Rosana, hay que hacer a cada paso lo mejor de lo vivido. Y por ello, cada vez que empiezo de cero, lo hago con la misma ilusión con la que me fuí a París aquel 10 de septiembre de 2012.

De eso se trata la vida, de vivir intensamente, de exprimir al máximo cada oportunidad que aparece en el camino. Y yo esto me lo he tomado al pie de la letra. Mi oportunidad ahora está en Guatemala. Cuando se me presentó la posibilidad de irme a trabajar unos meses allí, ni siquiera lo dude. Un sueño más hecho realidad. Sueño que me gustaría compartir con vosotros.

A través de Cómo sobrevivir en Guatemala quiero enseñaros un país del que todo el mundo habla maravillas. Un país que me muero de ganas por descubrir, y mejor si es con vosotros. Porque, al igual que me sucedió Cómo sobrevivir en París, gracias a la excusa de escribir este blog me obligo a conocer al dedillo cada lugar que visito.

Ya lo dice la canción: Vamos Guatemala, la fiesta te espera!

Así que, bienvenidos y... ¡que empiece la fiesta!

Ce.

(Hacía tanto tiempo que no me sentaba a escribir, qué placer volver...)